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La sobreexplotación de los recursos agota el planeta

El 29 de julio es la fecha en la que habremos consumido todos los recursos que la Tierra puede regenerar a lo largo de 2021

Exhausto para producir más recursos naturales, el planeta manda cada año un mensaje de alerta por estas fechas. El jueves 29 de julio la Tierra entrará en déficit ecológico, según Global Footprint Network. Es el denominado Earth Overshoot Day (o Día del Sobregiro de la Tierra). El día en que la humanidad habrá consumido ya todos los bienes naturales que nuestro planeta es capaz de regenerar en un año.

A partir de esa fecha y hasta finales de año, estaremos en una situación de déficit global porque nuestro consumo de la despensa de la naturaleza (agua, alimentos, combustibles fósiles…) será superior a los nuevos recursos disponibles. Viviremos, por decirlo de una manera sencilla, de prestado. Un préstamo que deberán pagar las generaciones futuras. La humanidad utiliza un 74 % más de lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerar. Es decir, con nuestros actuales estándares de consumo necesitaríamos tener 1,7 veces el equivalente al planeta Tierra para saciar todas nuestras demandas. 
La fecha de este año es la misma que la de 2019. En 2020, la marca en el calendario se retrasó hasta el 22 de agosto. La causa fue el confinamiento que sufrió la población mundial a causa de la pandemia de la COVID-19. En el primer año de la crisis sanitaria se redujo drásticamente la actividad económica mundial y, de forma colateral, el consumo de recursos naturales. La razón del nuevo acelerón en 2021 (que ha adelantado esta simbólica fecha en tres semanas) es el aumento del 6,6 % en la huella de carbono con respecto al año pasado, así como la disminución del 0,5 % en la biocapacidad forestal mundial debido, en gran parte, a la deforestación en el Amazonas. Tras el efecto transitorio de la crisis sanitaria, vuelve a quedar en evidencia la necesidad urgente de impulsar una recuperación económica sostenible en la que todos −gobiernos, administraciones, empresas y ciudadanía− tengan en cuenta los límites de la Tierra. La situación ha empeorado de forma alarmante en los últimos veinte años por el aumento de la explotación de todos los recursos naturales, el incremento de la población mundial y los efectos del cambio climático. De hecho, el balance es actualmente uno de los peores desde que el mundo entró en un déficit ecológico en la década de los setenta, según las Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad (NFA, por sus siglas en inglés) basadas en datos de Naciones Unidas (ONU).

Aigües de Barcelona, consciente de la necesidad de llevar a cabo un cambio profundo y sistémico, siempre desde las alianzas, hacia una economía más sostenible tanto para las personas como para el planeta, está adoptando algunas de las medidas propuestas por la ONU, favorables al clima y dirigidas a impulsar la transición ecológica hacia un modelo de producción y consumo sostenible, más local y resiliente, mediante tecnologías verdes y soluciones de economía circular, con el fin de combatir la emergencia climática y proteger los recursos, los ecosistemas y la biodiversidad.

Las prioridades de la agenda  para la neutralidad climática son tres: lograr la neutralidad en emisiones, a través de la definición y el despliegue de una hoja de ruta con objetivos de reducción, incluida la compartida con el ecosistema de partners; apostar por una estrategia basada en la regeneración del agua para darle una nueva vida una vez depurada y, así, poder reutilizarla en varias aplicaciones como las ambientales, agrícolas, industriales, urbanas, etc.; y, en tercer lugar, desplegar modelos de economía circular y de fomento de la biodiversidad en nuestro entorno.

En este sentido, la compañía ha reducido sus emisiones de CO2 más de un 50 % con respecto al año 2015, y cabe destacar que casi el 100 % de la energía que consume procede de fuentes renovables. Además, apuesta de manera decidida por reutilizar el 100 % del agua, completando así su ciclo integral y como medida para luchar contra el cambio climático. Por otro lado, la progresiva implantación del coche eléctrico en la flota de vehículos de Aigües de Barcelona llegó en el año 2020 a 142 vehículos 100 % eléctricos. Y en su estrategia por implantar un modelo de economía circular en su actividad, en 2020 la compañía valorizó el 93,2 % de los residuos gestionados en las estaciones de depuración (EDAR) y el 44,4 % de los residuos gestionados en las estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP), y reutilizó el 81,5 % de las tierras empleadas en las obras de canalización.

Así, a través de los modelos circulares alrededor no solo del agua regenerada sino también de la energía y los residuos, se consigue que las EDAR se transformen en auténticas ecofactorías.

Otro eje de la transición ecológica es la protección de la biodiversidad en nuestras instalaciones, mediante su naturalización, ya que generalmente se encuentran en entornos naturales. Como hito remarcable, se ha eliminado el uso de productos fitosanitarios en el mantenimiento de las zonas verdes de todas las estaciones de tratamiento y depuración de la compañía. Además, se promueve la creación de praderas y espacios de especies autóctonas que atraen a aves, insectos, pequeños vertebrados e invertebrados. Otro ejemplo es el jardín de mariposas de la ETAP de Sant Joan Despí, donde se han seleccionado plantas que favorecen las especies de mariposas mediterráneas, de vital importancia para el parque agrario colindante y que actualmente están en declive.