null Aigües de Barcelona aprueba la Política de Derechos Humanos, que velará por el respeto y la protección de los derechos fundamentales en todos los ámbitos de actuación

Aigües de Barcelona, comprometida con el respeto y la protección de los derechos humanos y sociales reconocidos internacionalmente, ha aprobado la Política de Derechos Humanos, con el objetivo de velar por los derechos en toda la cadena de valor y los grupos de relación.

 

Con la firme determinación de contribuir a la protección de los derechos fundamentales y en cumplimiento de los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos firmados por Naciones Unidas, el Consejo de Administración de Aigües de Barcelona aprobó el pasado mes de abril la Política de Derechos Humanos que regirá toda la organización y velará por asegurar su respeto y protección, con el objetivo de no ser cómplice de ningún tipo de abuso o vulneración de estos derechos a lo largo de toda la cadena de valor.

La Política de Derechos Humanos de Aigües de Barcelona está regida por cuatro principios rectores que contemplan los derechos fundamentales y su cumplimiento en el seno de las prácticas laborales, en las prácticas ambientales con impacto social, en el acceso al agua y el saneamiento y en las prácticas éticas. Aparte de los principios rectores, la política incluirá la DUE Diligence de la ejecución, el seguimiento y la comunicación a todos los grupos de relación.

La política gira en torno a cuatro principios rectores 
En cuanto a los principios rectores de la Política de Derechos humanos de Aigües de Barcelona, el primero hace referencia a los derechos de las personas en las prácticas laborales y contempla el respeto a la diversidad y el rechazo a cualquier forma de discriminación, vela por la libertad de asociación de los profesionales y reconoce el valor de negociación colectiva. La empresa se compromete a favorecer medidas preventivas y a velar por que, en los puestos de trabajo, se respeten las mejores condiciones de seguridad y salud laboral. Además, la política establece que las condiciones de trabajo serán siempre justas y favorables y rechaza cualquier forma de acoso.

El segundo principio rector de la política hace referencia a las prácticas ambientales con impacto social, es decir, que la compañía se compromete a promover un entorno sano y a proteger el medio ambiente, realizar una gestión responsable de los residuos basada en la economía circular, gestionar de forma sostenible las fuentes de captación de agua y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, así como velar por la preservación del capital natural, desplegando programas que fomenten la implicación por el clima.

El tercer principio rector defiende el acceso al agua y al saneamiento como derechos fundamentales imprescindibles para la salud y para una vida digna. En este sentido, la política de Derechos Humanos se compromete a garantizar a todo el mundo el acceso al agua y a llevar a cabo una gestión eficiente y sostenible del agua, buscar fuentes de captación alternativas y concienciar a las personas sobre la necesidad de consumir responsablemente este escaso recurso.