null Aigües de Barcelona, comprometida con la reducción de las emisiones y la lucha contra el cambio climático

Las Naciones Unidas celebran cada 28 de enero el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, también llamado Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre. Este día fue diseñado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el día clave del año para tomar decisiones en favor de nuestro planeta, con el objetivo de crear conciencia y sensibilizar a la población de la Tierra sobre el cambio climático y los impactos ambientales que ello provoca, así como favorecer las políticas encaminadas a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Aigües de Barcelona, que lleva en el ADN el compromiso con la sostenibilidad y la economía circular, desde 2015 ha reducido en un 42,86% su huella de carbono, un indicador que mide las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero producidas por un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida. Aparte de tener implantado un sistema de eficiencia energética según la ISO 50001 que contribuye a esta reducción, casi el 100% de la energía utilizada en las diferentes fases del ciclo del agua tiene garantía de energía verde.

Entre las actuaciones destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, destaca la instalación de placas solares y pérgolas de captación fotovoltaica. La generación propia de energía de fuentes alternativas a los combustibles fósiles ha ayudado a reducir la huella de carbono y ha conseguido que prácticamente el 10% de la energía consumida sea renovable y generada en sus instalaciones.

La apuesta por una estrategia basada en la economía circular es uno de los pilares de la compañía para adaptarse al cambio climático y mitigarlo. En este sentido, además de trabajar para minimizar la generación de residuos y valorizarlos, se pone el foco en reaprovecharlos con un doble objetivo: reducir el volumen de residuos gestionado y reducir el consumo de recursos no renovables.

Actualmente, hay tres estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) que producen biogás a partir de los lodos generados, un residuo rico en materia orgánica. Las tres utilizan la energía producida en los mismos procesos de la planta, lo que reduce las emisiones de metano. En este sentido, se han generado 11.673.328 kWh de energía térmica con cogeneración de biogás y 21.026.593 kWh de energía eléctrica, lo que corresponde al consumo de energía de 150 días de estas tres estaciones depuradoras.

Además, la compañía entiende que la sustitución de los vehículos de combustión por vehículos eléctricos es una de las mejores alternativas para reducir las emisiones de CO2 y combatir así el cambio climático. Por eso, en 2014 inició la transición de la flota de vehículos convencionales (coches de combustión) a coches 100% eléctricos y la transformación de las infraestructuras de los edificios. Desde entonces, se ha ido ampliando progresivamente la flota de vehículos eléctricos hasta un total de 145 en la actualidad, la mayor de toda el área metropolitana de Barcelona y certificada con el sello de calidad ambiental.

Cabe destacar que desde 2012 se calcula la huella de carbono de la compañía, siguiendo la guía de la Oficina Catalana del Cambio Climático. La compañía está adherida a sus acuerdos voluntarios para la reducción de las emisiones de CO2. La huella de carbono está certificada según la última versión de la norma ISO 14064.

Un gran acuerdo para luchar contra el cambio climático
Para la compañía, el futuro pasa por afrontar el gran reto mundial en las próximas décadas: la emergencia climática. Nuestra voluntad es ser líderes en la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Por ello, Aigües de Barcelona quiere proponer un gran pacto social para garantizar una recuperación económica sostenible, en línea con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, y apuesta por reforzar las alianzas y consolidar Barcelona como hub de conocimiento del agua, con el objetivo de posicionar la ciudad y su área metropolitana como un territorio sostenible, innovador y comprometido con la mitigación del cambio climático y la adaptación a sus efectos.