El río Llobregat es la principal fuente de abastecimiento de agua de Barcelona, a partir de la cual se proveen los barrios del suroeste. El agua del Llobregat, que tiene su origen en la sierra del Cadí, se caracteriza por su alto contenido en sal debido a su paso por Súria, una región con un gran número de minas de sal. La sal potencia el sabor del cloro, por eso en el agua que procede de este río se nota más su gusto.

En segunda posición (según el volumen de agua proveída) se encuentra el río Ter, que nace en la comarca del Ripollès. El agua llega desde este río a través de más de 60 km de conducciones. Tiene una concentración salina moderada y es rica en minerales. Gracias al proceso de autodepuración que ha vivido mientras se encontraba en el pantano, presenta poca contaminación orgánica.

Además, y como fuentes menores, también disponemos del río Besòs y del agua que se encuentra almacenada de forma natural en los acuíferos formados en la conca del Llobregat y del Besòs. En caso de necesidad y sequía, contamos con una desalinizadora, en El Prat de Llobregat.